Cuando llega el momento en el que los papeles de los personajes se intercambia, el momento en el que él no es él, y yo no soy yo. Las cosas han cambiado, y estamos de acuerdo. Pero que no venga y empiece a jugar en una mesa de juegos en la que no importa que haya sentimientos encima. Que se quede con los buenos momentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario