happy

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viernes, 27 de abril de 2012

Llevo días pensando que andar descalza con los pies mojados no es tal malo. Perdí mi Norte hace tiempo y tampoco quiero brújulas. Ando perdida, pero ¿sabes qué? que me gusta.
Me apetece andar descalza durante mucho tiempo.

Supongo que vendrán a traerme zapatos, sandalias o calcetines pero los rechazaré, sólo me los probaré.

Eso sí, sin prisas.

me llamo ana crujera y he venido a crujiros.

domingo, 15 de abril de 2012

Busco guitarras que se arranquen por bulerías.

Perdona que ya no pueda cantarte al oído las justas 16 sílabas para empezar a comernos, que ya no mire tus fotos ni tus recuerdos. Perdona que haya olvidado tus (53) pecas en el ojo izquierdo. Que ya no sepa el sonido de tu risa, ni la cavidad de tus abrazos ni el olor de tu pelo.

Perdona que ya no sea la cuerda de tu guitarra, para sentirme, tocarme, y hacerme vibrar.

jueves, 5 de abril de 2012



No consigo escribir algo que tenga sentido. Demasiado borradores para explicar lo que siento ahora, y puede que sea eso, que nada en mi cabeza tiene sentido. Estoy desordenada.
Lo único ordenado que tengo ahora, es que esto es el principio de una nueva etapa.
Una etapa de la vida que espero que me sonría, que mi sonrisa ya la tiene de antemano.

Lo que siento ahora es dolor, dolor de tantos palos en la espalda. Una espalda mullida con heridas profundas, que espero que con el tiempo sólo sean cicatrizes superficiales. Y me duele que los palos me los haya dado tú. Pero tranquilo, no te guardaré rencor, a ti no.

Bebo salitre de las lágrimas que aterrizan en los labios que un día tú renunciaste. Y me las bebo al compás de recuerdos que se mecen en mi cabeza. Miles de recuerdos, millones, recuerdos de nosotros (Anistair) que permanecerán en mi cabeza mientras viva.

¿Y sabes qué? Me siento culpable de todo. Me siento culpable de quererte más de la cuenta, de quererte como si del último día se tratara, de haber podido dar la vida por ti, y al fin de cuentas de quererte demasiado. Quizás, si te hubiese querido lo que merecías alomejor no estaría escribiendo esto, y el puto nudo este no estaría comiéndome viva por dentro.

Cuando me necesites estaré aquí para ti. Hoy, mañana y siempre. Te quiero.

El mar estaba revuelto y en nuestro barco no había bote salvavidas.

martes, 3 de abril de 2012

Que lo más cálido que haya sentido mi cuerpo hoy sea la primera brisa de la mañana, manda cojones.
Y no te culpo, ni mucho menos. Sólo que tú eres el que me arrebataste todas las mantas que tenía, la calefacción y el sitio donde dormía y ahora me veo desnuda buscando el calor de Agosto por rincones de Abril.