happy

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lunes, 2 de julio de 2012

Querer algo con muchas ganas y no tener ni la tercera parte.

Y no lo niego, claro que te imagino cuando comes un helado, o las veces que pulsas el pulverizador de tu rutinario perfume antes de salir, o incluso me encantaría saber por cuanto tiempo te quedas en el espejo por las mañanas al levantarte.
Pero ese es exactamente el problema, que no quiero imaginarlo. Quiero vivirlo en primera persona. Quiero estar ahí, muy muy cerquita tuya, hasta que se te derrita el helado y la nata empieze a mancharnos, hasta que tu perfume se funda con tu piel y creen una perfecta y dulce capa homogénea. Y quiero estar ahí, quiero estar al lado tuya cuando estés frente del espejo. Mírate, mírame, míranos.

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