Que lo más cálido que haya sentido mi cuerpo hoy sea la primera brisa de la mañana, manda cojones.
Y no te culpo, ni mucho menos. Sólo que tú eres el que me arrebataste todas las mantas que tenía, la calefacción y el sitio donde dormía y ahora me veo desnuda buscando el calor de Agosto por rincones de Abril.
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