happy

happy

jueves, 5 de abril de 2012



No consigo escribir algo que tenga sentido. Demasiado borradores para explicar lo que siento ahora, y puede que sea eso, que nada en mi cabeza tiene sentido. Estoy desordenada.
Lo único ordenado que tengo ahora, es que esto es el principio de una nueva etapa.
Una etapa de la vida que espero que me sonría, que mi sonrisa ya la tiene de antemano.

Lo que siento ahora es dolor, dolor de tantos palos en la espalda. Una espalda mullida con heridas profundas, que espero que con el tiempo sólo sean cicatrizes superficiales. Y me duele que los palos me los haya dado tú. Pero tranquilo, no te guardaré rencor, a ti no.

Bebo salitre de las lágrimas que aterrizan en los labios que un día tú renunciaste. Y me las bebo al compás de recuerdos que se mecen en mi cabeza. Miles de recuerdos, millones, recuerdos de nosotros (Anistair) que permanecerán en mi cabeza mientras viva.

¿Y sabes qué? Me siento culpable de todo. Me siento culpable de quererte más de la cuenta, de quererte como si del último día se tratara, de haber podido dar la vida por ti, y al fin de cuentas de quererte demasiado. Quizás, si te hubiese querido lo que merecías alomejor no estaría escribiendo esto, y el puto nudo este no estaría comiéndome viva por dentro.

Cuando me necesites estaré aquí para ti. Hoy, mañana y siempre. Te quiero.

El mar estaba revuelto y en nuestro barco no había bote salvavidas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario