happy

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domingo, 22 de mayo de 2011

Estás dormida, siento el aire que sale de tu boca. Aire caliente. 
Intento apartarte el pelo de la cara, colocándolo detrás de tus orejas
( que por cierto son muy bonitas). Te arropo con el edredón, deseando que no te despiertes. 

Te levantas temprano, como una buena madre ( la que eres), para hacerle el desayuno a tus hijos. Les despiertas con cariño. El mismo cariño con el que te despertaba todas las mañanas para ir al colegio. Quiero tocarte.
Mucho aire. Cierras la ventana. Tienes un camisón parecido al que me solía poner para estar en casa ( de esos baratos).

Estás en tu casa, barriendo, y haciendo de comer a la vez. Solomillo con salsa al Pedro Ximénez, ¡que rico! Ojalá lo pudiera probar , aunque sólo sea una tapa.Como tantas que me he tomado con tu padre en el bar de abajo. ¿te acuerdas? Me acuerdo de  cuando correteabas con tu hermana y con tus amigas por los alrededores. 

Eras mi hija favorita, y lo sabes, las dos los sabíamos.
Tu hermana era un poco más traviesa, más rebelde, pero las dos érais mis niñas. Tu padre y yo estamos orgullosos de vosotras, de cómo eráis, y de cómo sois.

Ojalá pudiera hablar contigo, aconsejarte, y hablar de mil cosas.
Contarte que este lugar es precioso, entre nubes, huele muy bien,quizás sea el olor a paz... Siempre estoy con tu padre, pendiente de cómo estáis, pendiente de qué nos os falte de nada... 


Acaricio tu mejilla... No llores mi niña, no llores.


 Ojalá supieras que estoy contigo, a tu lado, siempre, estés dónde estés, estoy contigo.

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